3 hábitos que están arruinando a tu hijo y con cuáles reemplazarlos
¿Qué haces habitualmente sin pensar? ¿Cuáles son tus hábitos? ¿Preparas café a primera hora de la mañana? ¿Conectas tu teléfono cuando estás aburrido? Son las cosas que hacemos una y otra vez las que nos convierten en quienes somos, para bien o para mal.
Ahora piense en su hijo. ¿Cuáles son sus hábitos? ¿Qué hace inconscientemente cuando está aburrida, cansada o molesta? Estas cosas está dando forma a quien se está convirtiendo. Aquí hay 3 hábitos de la adolescencia que están arruinando a su hijo (¡además de sugerencias de nuevos hábitos que sus hijos pueden usar para reemplazarlos!).
1. Dormir con un teléfono
Hay dos razones principales por las que esto es una mala idea, y ambas conducen a un aumento de la ansiedad y la depresión en los adolescentes. Primero, la luz azul emitida por un teléfono inteligente en realidad interrumpe nuestros ritmos circadianos, inhibiendo la capacidad de conciliar el sueño. En segundo lugar, al dormir con un teléfono, los adolescentes prácticamente garantizan que lo primero y lo último que hacen todos los días es prestar atención a las redes sociales, centrándose en la cantidad de me gusta o comentarios que han recibido.
Nuevo hábito: elija un lugar designado donde vaya el teléfono antes de acostarse. Exija a sus hijos adolescentes que coloquen sus teléfonos en ese lugar y que los dejen allí hasta la mañana siguiente. Fomente otras formas constructivas de pasar ese tiempo, como leer o hablar con usted.
2. Quedarse despierto hasta tarde
Esto es un desafío. Su hijo adolescente no solo tiene una lista cada vez mayor de responsabilidades académicas y actividades extracurriculares que presionan a la hora de acostarse, sino que el sueño también es un lugar de control. Los adolescentes quieren estar a cargo de cuándo se van a dormir. Pero la falta de sueño contribuye en gran medida al aumento de la ansiedad y la depresión.
Nuevo hábito: Restrinja el uso del teléfono hasta que termine la tarea. Puede que sea necesario hacer algunas excepciones, pero si no se permite que un adolescente esté en su teléfono hasta que termine la tarea, este hábito disminuirá la distracción y aumentará la eficiencia. También mejorará la retención.
3. Retraerse
Es común que un adolescente se retraiga de vez en cuando. Esto no es del todo malo y, a veces, incluso es necesario. Sin embargo, hacer esto habitualmente crea una respuesta instintiva en la que los adolescentes se abstienen cuando necesitan pedir ayuda. Aprenden a alejarse de aquellos que se preocupan cuando necesitan abrirse.
Nuevo hábito: Cree un tiempo para conversar sobre las preocupaciones de su hijo. Esta podría ser la comida familiar, pero si no puede hacerlo, sea creativo. Esto creará nuevos ritmos de conexión que serán de gran utilidad para nuestra familia a largo plazo.
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