Manejo de la disciplina en las clases virtuales
Estudiantes que violentan el orden, usan un vocabulario inapropiado o tratan de boicotear la clase son episodios que los profesores pueden enfrentar en el aula virtual.
Maestros y estudiantes han tenido que adaptarse a las clases ‘online’, y en este nuevo entorno virtual han tenido que acomodarse igualmente las normas de conducta.
Que los alumnos no asistan al plantel y que, por ende, no haya que lidiar con riñas, daños a la planta física o correteos en momentos y lugares inoportunos no significa que los educadores no deban lidiar con comportamientos fuera de lugar por parte de algunos chicos y chicas.
Estudiantes que violentan el orden de participación, emplean un vocabulario inapropiado o tratan de boicotear la clase manipulando mediante la manipulación de los dispositivos electrónicos son algunos de los episodios que pueden enfrentar.
Independientemente de la modalidad de las clases, la conducta de los alumnos la moldean la formación y las características del hogar, así como la influencia del medio ambiente. Obedece, de la misma forma, a las normas establecidas por el centro educativo y a la capacidad del docente.
Es el docente el responsable de mantener la chispa de la atención en la clase. Esa atención se conquista, no se arrebata. Cuando ese profe tiene la habilidad de mantener a sus alumnos motivados e interesados en la clase, no hay indisciplina.
La distancia impuesta entre maestros y alumnos hace que padres y tutores tengan que estar más pendientes de que los menores cumplan las normas establecidas por el centro educativo.
El rol de los progenitores se ha vuelto incluso más vital que antes. Cuando algún estudiante exhibe alguna mala conducta en clase, los educadores deben contactar a los padres para reportarla. “La clave está en no dejar pasar por alto la acción del momento”.
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